El nuevo sistema internacional respira ahora más tranquilo”, aseguró el experto, mientras el helicóptero de Donald Trump abandonaba la Casa Blanca con el ya expresidente y su mujer, Melania, a bordo”. RTVE no ha reparado en gastos para contarnos el traspaso de poder en USA. En Madrid, ha contratado a dos activistas anti-Trump, lo suficientemente ‘hooligans’ como convertir el entierro en una burla del muerto.

Bueno y luego está la locutora que les conducía, Cristina Olea, quien entre otras lindezas asegura que el legado de Trump era la división del país y "la pandemia". Y es así como nos enteramos de que el virus no es chino: lo inventó Donald y lo repartió por todo el mundo: Amériica primero

Desde luego que sí. El progresismo internacional intenta cerrar este paréntesis de cuatro años de Trumpismo, cuatro años que han supuesto el regreso a la sensatez: a la defensa de la vida y de la familia natural, de los principios cristianos como base de la civilización occidental, de la propiedad privada, como base de la justicia económica.

Por cierto, al ‘experto’ de RTVE se le escapó eso de “nuevo” sistema internacional. ¿Nuevo? ¡Menudo lapsus!

Por cierto, Donald Trump se ha despedido con un “hemos reconstruido el país”. Y es cierto. Con todos sus defectos, y con ese carácter, a veces pueril que le caracteriza, lo cierto es que ha Trump ha detenido, momentáneamente, la marea progre del Nuevo Orden Mundial (NOM).

La que nos espera.