Los taxis en pie de guerra.
Taxista madrileño me cuenta su historia: Se subió una chica joven y yo le pregunté: “Señorita, ¿a dónde vamos?”. Entonces se enfadó mucho y me dijo que tratarla de ‘señorita’ era machista porque “¿a que no le llamaría señorito a un hombre?”.
Señoras y señores: hemos oficializado la imbecilidad
Sí esta es, en efecto, la era feminista, la era en que todos nos volvimos idiotas e ‘idiotos’. Que el feminismo es una queja continua por reclamación nunca satisfecha, vale. Pero que llamar señorita a una mujer sea respondido con el muy habitual insulto de machismo ya empieza a sobrepasar todos los límites de la cordura. Mismamente los que hemos traspasado. Y encima, oficializado la imbecilidad. Mi más sincera enhorabuena.