Sr. Director:

Parecía que, tras el encuentro de alto nivel entre España y Marruecos hace tan solo tres meses, las viejas reivindicaciones territoriales de nuestro vecino del sur iban a congelarse durante algún tiempo para no enturbiar el buen clima restablecido. Dentro de los acuerdos firmados figuraba el respeto de la soberanía de los dos países, una vez que el presidente español cambiara radicalmente de postura respecto al Sahara Occidental, la gran espina de la política interior y exterior de Rabat. Si en algún momento el Gobierno español se había creído que este acuerdo significaba la congelación de las reclamaciones sobre Ceuta y Melilla, el presidente del Senado marroquí se ha encargado, poco después, de desmentirlo al revelar un plan diplomático para "recuperar" las dos ciudades mediante el diálogo y la negociación. La reacción de la ministra española de Defensa ha sido contundente: de las dos ciudades españolas no hay nada que hablar con Marruecos. Está claro que a pesar de las cesiones sobre el Sahara Occidental., Marruecos continúa en sus trece.