Salud sexual y reproductiva significa aborto y quirúrgico, el genocidio de nuestros días, así como guarradas varias, como los condones que banalizan la sexualidad, uno de los males de nuestro tiempo, alejando el acto sexual de la procreación o participación del hombre en el poder físico creador de Dios. La píldora mata al ser humano más inocente y más indefenso, el condón mata el amor, que no es otra cosa que entrega, donación de uno mismo.
Y para ser más claro: resulta que la expresión 'salud sexual y reproductiva' no es más que un eufemismo con el que el mundo actual evita la palabra aborto, que sigue siendo maldita, a pesar de los intentos constantes por dignificarla. Por ejemplo, presentándola como un derecho... que tiene bemoles la copla.
Pues bien, justamente eso es lo que Isabel Díaz Ayuso, sí, la casi ultraconservadora Isabelita, no el PSOE, ni Sumar, sino el PP de derechas, han puesto en marcha en la sanidad pública de la Comunidad de Madrid. Un departamento, una campaña, una promoción, con el presupuesto correspondiente, para enseñar a los adolescentes cómo fornicar sin quedarse embarazada. ¿a que resulta hermoso? Y una cuestión de salud.