Robert Mugabe (en la imagen) ha sido durante 36 años el tirano de Zimbabue, cada año más expeditivo, más cruel y más atrabiliario. Le han echado los militares, con un golpe de Estado. Ahora bien, ha optado por dimitir y no parece que en principio vaya a ser juzgado. Además, aseguran que le sustituirá uno de sus vicepresidentes. Para un dictador de este calibre una transición excesivamente suave. ¿Le perdonarán sus víctimas? Hispanidad redaccion@hispanidad.com