Cristina Fallarás, la casi consejera de RTVE
No es una chiflada: más bien es blasfema, insultona, insufrible… De ella puede decirse aquello de Bernard Shaw: “La naturaleza, no contenta con negarle el arte de pensar, le concedió el don de escribir”. Y suelta lirismos del siguiente jaez:
Pero, miren por dónde, Pedro Sánchez casi la convierte –y el partido no ha terminado- en consejera de RTVE, cuya administradora única, Rosa María Mateo, ha puesto en marcha un “sueño” de “pluralismo”.
En efecto, hay pluralismo: al frente de la RTVE de hoy están los brutos y los salvajes (o brutas y salvajas).
Esto es el sanchismo podemita, régimen bajo el cual desarrollamos nuestra actividad los españoles de 2018. Fallarás es una de esas personas que necesita llamar la atención, aunque sea a costa de chifladuras e improperios. Fue la primer aunque dijo que había que suprimir las retrasmisión de la misa, que conlleva un 7% de audiencia, frente a una audiencia media que oscila entre el 2,5 y el 3%, en el mejor de los casos.
Dicen que supresión de la misa en la 2 es una noticia falsa. Por ahora sí, pero, con este paisanaje, ‘se non è vero, è ben trovato’.