Donald Trump gana entre los republicanos y Hillary Clinton, sin mucho enemigo entre los demócratas. Es lo peor que les podía ocurrir a los republicanos, porque el histriónico Trump difícilmente puede grabar a esa feminista millonaria que es Hillary Clinton. Feminista cada día más radical: abortista, entusiasta de la ideología de género, un primor. Es decir, una tirana progre. Y va camino de presidir la primera potencia mundial. Mal panorama para los republicanos pero, sobre todo, mal panorama para los derechos humanos en el mundo. Hispanidad redaccion@hispanidad.com