Lo ha dicho Ramón Espinar (en la imagen), el hombre que susurraba a las viviendas de protección oficial (VPO).Él pensaba que lo decía como una virtud pero, como naciera muchos años después del Siglo de las Luces, Espinar pensaba que estaba aludiendo a un "tampoco es para tanto", lo del enfrentamiento entre Iñigo Errejón y Pablo Iglesias.De hecho, cuando la víbora de Iglesias alude, seguro de victoria, de que, si él perdiera, dejaría el cargo y pondría su escaño a disposición del partido, demuestra que la bronca es, en efecto, mucho más importante que las diferencias ideológicas.Entre otras cosas, porque para tener diferencias ideológicas antes hay que tener ideas.Hispanidadredaccion@hispanidad.com