Ada Colau, al natural
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, recibió una inmensidad de críticas el pasado fin de semana a raíz de una foto en la cama que colgó en su cuenta de Instagram. En cuanto la imagen saltó de esta red social y pasó a Twitter, los ataques a la representante política fueron inmediatos.
Casi una semana después, Colau ha decidido subir una imagen de su rostro a Instagram contestando a los que la criticaron. La alcaldesa ha empezado haciendo preguntas simples: ”¿A quién ves en esta fotografía? ¿Una mujer de 46 años?¿Una alcaldesa? ¿Una madre de dos niños pequeños?”.
Ha explicado que la foto de la polémica se correspondió a un momento “inédito”: “Después de meses de confinamiento con dos niños, pude tener un rato de soledad en mi habitación. Un milagro digno de ser inmortalizado con un selfie”. Menos mal que la alcaldesa sólo tiene dos hijos, si fuera madre de familia numerosa habría llenado su Instagram de fotos…
La política ha contado que, tras ser entendida especialmente por madres y padres de la comunidad de Instagram, recibió “el linchamiento tan de moda en los últimos tiempos” por parte de la de Twitter. “Entre las cosas más suaves que me dijeron fue que si tenía 15 años, que si era una frívola en plena pandemia, que si estaba intentando ligar”, ha recopilado.
“Hace mucho tiempo que recibo ataques por ser quien soy: una mujer normal que ha entrado en política y que no ha cambiado su forma de vida por el hecho de ser alcaldesa. Renuncio a gran parte de mi sueldo, -tiene mérito, después de que su salario aumentara un 40% hace un año- no tengo propiedades, sigo en la misma casa de alquiler en la que vivía antes de ser alcaldesa -y como lo que le va a la alcaldesa, es el alquiler, en 2019 arrendó y reformó un piso anexo al suyo donde miembros de la Guardia Urbana garantizan la seguridad de la primera edil. Y ante esta realidad hay quien quiere a toda costa deshumanizar al adversario político, para hacer creer que somos todos iguales”, ha proseguido.
Además, Colau ha destacado que existe un machismo que no soporta que haya mujeres en lugares de decisión política y muy visibles con voz propia y que sean libres. “Nos recuerdan constantemente cómo deberíamos vestir, hablar o movernos. Guapas, recatadas y políticamente correctas”, ha añadido. O sea, féminas que, como la alcaldesa, cumplen los tres requisitos.
La edil barcelonesa ha enviado un último mensaje: “A todos aquellos que se dedican a despellejarme, no aspiro a que me aprueben. Sólo quiero que sepan que me animan a seguir siendo quien soy. A ser libre sin justificarme ni victimizarme, y animar a otras mujeres a hacer lo mismo. Pueden insultarme o hacer fake news sobre mí de forma compulsiva. Pero no me van a domesticar. Como alcaldesa seguiré luchando con todas mis fuerzas por la gente y la justicia social. Como mujer seguiré riendo, bailando, jugando, llorando y celebrando mi imperfección con quienes defendemos que el amor gana al odio”. Guapa, recatada, políticamente correcta y muy profunda. ¡Ada, eres muy grande!