Reino Unido celebra el septuagésimo aniversario del Reinado de Isabel II. Por todo lo alto, con una aportación multimillonaria, del propio Gobierno.

Dentro de dos semanas, los españoles 'celebraremos' la abdicación de Juan Carlos I en su hijo Felipe VI. 

Nunca debió abdicar, primero porque perdió toda sus posibilidades de defensa en un país cainita como España. Ahora bien, lo que ha hundido a Juan Carlos I en pieza a batir es el Frente Popular creado por Pedro Sánchez y con el que gobierna España desde hace cuatro años y, lo más importante, la actitud indolente de su hijo Felipe VI, que es quien en verdad está poniendo en peligro la monarquía en España, al tiempo que sobrevive como pieza de chantaje de Pedro Sánchez.

Y Esto es bello e instructivo porque resulta que a Juan Carlos I se le acusa de acumular dinero. Pues bien, la Reina Isabel II no necesita acumularlo porque se lo han acumulado a través de varios siglos de historia. 

Quizás, también, porque Reino Unido, la otra gran potencia colonial, no tuvo que pasar por dos repúblicas, desamortizadoras y expropiadoras, sobre todo la segunda, del patrimonio de la monarquía. 

Así, sin un real, tanto Alfonso XIII en su exilio, como don Juan de Borbón, Juan Carlos I y Felipe VI, han mendigado, o bien de los monárquicos españoles o bien del exiguo presupuesto público. 

Con todo, ha sido la egolatría de Pedro Sánchez, quien se comporta como si fuera jefe de Estado en lugar de jefe de Gobierno, unida a la cobardía de Felipe VI, que ha ido cediendo una y otra vez a los requerimientos del Ejecutivo socio-podemita, lo que ha puesto a la monarquía española al borde de su disolución. 

Por cierto, ¿han visto ustedes a algún primer ministro británico arremeter contra la Reina de Inglaterra quien, además, es una de la principales fortunas del mundo, como ha arremetido aquí el mismísimo Gobierno de España conrra Juan Carlos I desde su abdicación? ¡Ni Boris Johnson se hubiera atrevido a tanto! Un jefe de Gobierno manda, pero no le dice al jefe del Estado lo que debe hacer.

En Reino Unido, laboristas y conservadores se unen para sostener a la jefatura del Estado, independientemente de lo que piensen del Rey. Aquí...

Juan Carlos I nunca debió abdicar.