Pero el Santander choca con otros bancos acreedores, que exigen a Sacyr que venda un 10% de Repsol para cubrir 2.400 millones de euros. Del Rivero se resiste: sabe que eso supondría renunciar a ser presidente de la petrolera. En el PP lo tienen claro: no sólo no le quieren al frente de Repsol, tampoco al frente de Sacyr
Empecemos por las cuentas. La constructora Sacyr debe 4.900 millones de euros a más de 20 bancos, el dinero que utilizó para comprar el 20% de Repsol y para que su presidente, Luis de Rivero, se convirtiera en vicepresidente de la petrolera.Al frente de las entidades prestamistas figura el Santander, aunque nadie sabe qué pinta en este préstamo mancomunado, por ejemplo, el Instituto de Crédito Oficial (ICO), con casi 300 millones de euros.
Hasta ahora, algunos ingenuos pensábamos que el ICO se dedicaba a financiar a emprendedores y pymes, mayormente. Al parecer, no.
Pues bien, el vencimiento del principal es en diciembre, cuatro meses después de que Luis del Rivero, presidente de la constructora, firmara un acuerdo con la estatal mexicana Pemex para convertirse en presidente de Repsol y echar a Antonio Brufau.
Pues bien, un rédito que triplica la capitalización de la compañía no merece refinanciación. Eso es, al menos, lo que piensan varios bancos acreedores, que sólo están dispuestos a refinanciar la mitad del principal. Es decir, 2.500 millones de euros. El resto, es justo lo que vale el 10% de Repsol (Sacyr posee un 20%) y los prestamistas quieren que Del Rivero venda ese 19%.
Y lo mismo desean las cuatro cajas de ahorros, ahora bancos que, capitaneadas por NGC Bank, animan a Luis del Rivero a deshacerse de parte de su mejor activo. En resumen, 'motu proprio' o embargando la garantía, Del Rivero pasaría a representar el 10%, en lugar del 20% de Repsol.
Pero, naturalmente, Del Rivero se resiste. Sabe que con esa enajenación él también quedaría 'enajenado' de la Presidencia de Repsol. Además, tampoco pueden vender la participación a Pemex, quien ya ha dicho que no piensa comprar una sola acción más (ahora mismo ronda el 10%).
Pero Del Rivero no arroja la toalla. Con medio consejo en contra y el grupo Sacyr en pésima situación económica, aún cuenta con el apoyo de su amigo Miguel Sebastián, el único ministro fiel que le queda a Zapatero y que se marchará con él.
Por eso, ZP presiona al Santander, cabeza del sindicato bancario que posee el crédito para que refinancie a Del Rivero. Y el premio es bueno: un indulto para Alfredo Sáenz antes de que ZP abandone La Moncloa. No antes del 20-N, claro está, porque no lo admite Rubalcaba, pero sí antes de que Mariano Rajoy llegue a Moncloa. Y antes, claro está, del vencimiento del crédito. La pregunta es: cuando pase el periodo de incompatibilidades, trabajarán Zapatero y Sebastián para Sacyr. Y para el Santander.
Eulogio López
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