La TV, junto con la experiencia directa, es la principal constructora de la realidad en los menores. De ahí que las leyes estructuren un horario de protección infantil, prohibiendo escenas que perjudiquen su desarrollo físico, mental o moral, o el fomento del odio por motivo de raza, religión, opinión, nacionalidad
Sin embargo, series de animación como Padre de Familia emiten episodios brutales para los niños, en los que el bestialismo, la pederastia, los insultos al mismo Jesucristo, el lesbianismo, o la violación y un lenguaje repugnante la hacen altamente desagradable para cualquiera. ¿Nadie toma cartas en el asunto?
En EEUU la serie ha generado una avalancha de quejas provenientes de diferentes sectores de la población, asociaciones cristianas, de la Familia Americana, que han calificado el último capítulo de vomitivo y han hecho un llamamiento al boicot de la cadena y a los anunciantes. Sin embargo, sus creadores la promocionan a bombo y platillo de cara a los premios Emmy, ya nominada como mejor comedia.
Hoy los menores aprenden a violar antes que a rezar. Algunos trabajan con Satanás para destruir la salud espiritual y humana de cada generación. En la nuestra, el dominio de la televisión ha tenido un papel fundamental.
Cristina Téllez
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