Como ya informara Hispanidad, no habría E.ON España, sino una empresa controlada por EON. Mientras, en Barcelona ya sólo preocupa la alternativa: una fusión Iberdrola-Gas natural, con o sin Repsol
Se cumple un año de la madre de todas las opas: la que lanzara el 5 de septiembre de 2005 Gas Natural sobre Endesa. Es lo que ha dado en llamarse el Estatut económico. Con esta denominación el mundo político y financiero se refiere a uno de los dos grandes proyectos de Rodríguez Zapatero. El programa político del Presidente del Gobierno Español tiene dos metas: por una parte, el fin de ETA. Pero el segundo objetivo es todavía más ambicios una alianza entre el PSOE y el nacionalismo catalán (claramente de derechas) para aislar al PP. Dentro de este segundo proyecto, el primero por importancia, se enmarca el Estatut y la vuelta al palacio de Sant Jordi de CiU, pero no menos la creación del primer grupo eléctrico, e incluso energético, de la mano de la OPA de GN sobre Endesa.
No se sabe si la parte política de este proyecto terminará bien para Zapatero, pero la económica, la OPA de GN, ha terminado en completo desastre. En Barcelona, y en la propia Moncloa, ya nadie piensa en mejorar la OPA sobre Endesa, sino en la alternativa de una fusión entre GN e Iberdrola, con Repsol o sin ella. Lo cierto es que Angela Merkel le ha doblado el pulso a Zapatero y ha demostrado que Madrid pinta muy poco en Bruselas.
Un año después de la OPA, el enemigo de E.ON ya no es La Caixa ni el Ejecutivo español, ahora mismo el presidente de E.ON, Wulf Bernotat, sólo tiene dos problemas: por una parte, reducir las condiciones impuestas por la Comisión Nacional de la Energía y evitar que la cotización de Endesa en bolsa se dispare por encima de su oferta que ya está disparada.
Y otra barrera, la arrogancia germana hizo concebir a E.ON la creación inmediata de una E.ON-España. No será posible. El presidente de Endesa, Manuel Pizarro, insiste en que la mejor opción para su compañía es seguir como está: ni GN ni E.ON. Y ojo, porque dada la cotización bursátil, la advertencia de Pizarro cobra todo su sentido. No olvidemos que el presidente de Endesa ya se sintió traicionado por Bernotat el pasado mes de febrer fue el español quien llamó en su ayuda a la empresa de Düsseldorf, pero estos consideraron que era mejor opar a Endesa que colaborar con ella.
En otras palabras, si E.ON quiere hacerse con Endesa no sólo tendrá que mantener su oferta, sino mantener su denominación comercial actual y, probablemente, mantener a Pizarro como presidente. Al menos en una primera etapa no habrá E.ON-España, sino E.ON-Endesa.
No se sabe si Zapatero conseguirá su objetivo político de aislar al PP durante mucho tiempo y conseguir la histórica entrada de ministros nacionalistas catalanes en el gobierno de España, pero lo que sí esta claro es que se ha creado una brecha, que hoy en día parece insalvable, entre la España económica y la Barcelona empresarial. El grito de antes un alemán que un catalán va a resonar durante mucho tiempo en las meninges de todos los españoles.