Puede que sea la esposa del presidente de los Estados Unidos pero Michelle Obama está siendo recibida en España como si fuera ella misma la presidenta, con honores de Jefe de Estado. Incluso está previsto que los Reyes la reciban en Marivent, algo bastante atípico, dado que la primera dama norteamericana no tiene ningún valor oficial salvo el que le otorga ser la consorte del presidente de los Estados Unidos.
Un viaje personal, turístico, a Marbella, justifica el despliegue de seguridad, pero no la dedicación oficial ante doña Michelle. La Junta de Andalucía se ha prestado a llevarla a visitar la Alhambra y se supone que, a estas alturas, doña Michelle debe estar ya harta de que rellenen su agenda cuando ella venía a pasar unos días con los amigos.
Eso sí, todo esto demuestra el catetismo de la España oficial, y de parte de la real, con Barack Obama. ¿Se imaginan lo que habría hecho la Administración Zapatero con Laura Bush?
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com
