El Ministro del Interior ha afirmado que la ley de "muerte digna" será enviada al Congreso antes del 30 de Junio.
Sin duda se trata de una ley pro eutanasia que el Gobierno, atendiendo mandatos superiores, tiene prisa por aprobar. Lo que hay que hacer notar es que una vez más confunden expresamente. Por ello, a los grupos pro eutanasia que confunden muerte provocada con morir dignamente hay que hacerles ver que muerte sin dolor no tiene que ver con muerte digna, que no existe muerte indigna, existen vidas indignas porque lo son los sujetos que las viven.
¡Un respeto para los seres sufrientes! La muerte puede darse en términos de gran crueldad o sufrimiento (que por supuesto deben ser evitados y ya se evitan) pero ello no la hace indigna. Lo único indigno que existe en esas muertes es la indignidad de quienes así le llaman y que la quieren utilizar para sus propios designios, que son vergonzosos y vergonzantes. Tales como asesinar niños no nacidos y, ahora, colocar a los ancianos y demás terminales en situación de desaparecer del mundo de los vivos.
Pedro J. Piqueras Ibáñez