La de los socialistas, que, como Rubalcaba y Chacón no se arrepienten de nada, es de 4,6 millones de parados registrados.
Sobre todo el pequeño comercio: cierres en cadena por falta de clientes, porque el español no puede consumir. Los únicos negocios que marchan son la televisión -no hay que salir mucho de casa, que se gasta- y los juegos de mesa, que se han disparado. Bueno, y también los centros psiquiátricos: ¡Qué herencia ZP!
Lo peor es esto: que caigan los autónomos, el autoempleado, que no deja de ser el elemento más eficiente de toda la cadena productiva a fuer del hombre libre no encadenada a un patrón, privado o público.
El Gobierno prepara una ley de emprendedores. Lo único que ha prometido es reducir el impuesto de sociedades. Bien está, pero recuerden que a quien no tiene beneficios poco le importa pagar menos impuesto sobre el beneficio. Lo que quiere son ingresos, es decir, que aumente el consumo. Y con los salarios bajos reinantes en España y los impuestos altos... el consumo no repuntará.
Eulogio López
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