Nueva incursión en el cine del inolvidable cuento de aventuras, Peter Pan, que se estrenó en los escenarios londinenses hace 100 años. La historia de J.M. Barrie sobre el niño que no quería crecer – y la chica, cuya familia insiste en que debe hacerlo – está interpretada por primera vez en el cine por un niño, Jeremy Sumpter (Escalofrío). La historia de Peter Pan es un clásico porque el mensaje que contiene es universal: el miedo que tienen muchos niños a crecer por lo que les pueda deparar el futuro.
La película de P.J. Hogan ha sido extremadamente fiel con el texto literario y su puesta en escena resulta, plásticamente, de lo más brillante. Sin embargo, la película, siendo correcta, no llega a emocionar, le falta gracia y un punto de emoción. Particularmente, me resultó más atractiva Hook, la particular visión que sobre el personaje realizó Steven Spielberg. Quizás porque "El Rey Midas de Hollywood" siempre ha estado cercano al mundo infantil y ha sabido transmitir la dificultad del tránsito de la niñez a la madurez. (El imperio del sol es, sin duda, la película en la que mejor reflejó ese paso).
Una curiosidad: La película está dedicada a Dodi Al Fayed, el amante de Lady Diana Spencer, que falleció con ella en un accidente automovilístico. El motivo se debe a que detrás de la producción de esta película se encuentra su padre, Mohamed Al Fayed, dueño de los emblemáticos almacenes Harrods.