- Ramírez asegura disponer de una serie de correos comprometedores que harán temblar a la Jefatura del Estado.
- En su momento, intentó tumbar a Juan Carlos I desde El Mundo, ahora intentará tumbar a su sucesor, Felipe VI, desde la Red.
- El Universal va a ser el diario de la venganza. Ramírez habla de sus cinco enemigos, uno de ellos, Emilio Botín, ya fallecido.
- Pero no se olviden de Rajoy y de César Alierta.
- Eso sí, todavía no ha vencido su compromiso con El Mundo.
- Y mientras, Rajoy se hace cruces con la atención de la prensa, que creían tan controlada, a Podemos, su principal preocupación de ahora mismo.
Pedro J. Ramírez lanzará su periódico en Internet (en principio El Universal.com) con la idea de saldar cuentas con los que él califica como sus cinco enemigos. El primero, La Zarzuela. En su momento, intentó tumbar al Rey Juan Carlos I, a través de los errores del propio monarca (por ejemplo, Zimbabue). Pero Zarzuela se movió a tiempo y, en alianza con La Moncloa y con los grandes poderes empresariales -para concretar, el CEC- reaccionó y los italianos de Rizzoli le despidieron. Ahora lo intentará desde Internet.
Nadie como Pedro J. Ramírez para convertir un escándalo particular en encrucijada nacional. Esto es, para exagerarlo 'ad nauseam'. Incluso cuando no hay escándalo por ningún lado. El Mundo actual, dirigido por Casimiro García Abadillo, se esfuerza por seguir la senda ramiriana pero no le llega ni a la altura del betún. Estamos hablando del maestro.
En cualquier caso, ahora el objetivo es la actual reina consorte, doña Letizia Ortiz (en la imagen junto a Pedro J.), antaño su mejor aliada a la hora de tumbar a Juan Carlos I. Pedro J. blasona de disponer de un listado de mensajes confidenciales de doña Letizia que, en las diestras manos de Pedro José, pueden convertirse en comprometedores y servir para lanzar su nueva aventura periodística en la Red, donde la aristocracia del periodismo se codea con el pueblo llano.
Eso sí, si quiere cobrar su indemnización (19 millones de euros) tendrá que esperar dos años, el periodo impuesto por Unidad Editorial para competir con El Mundo, que ahora, como toda la prensa, ya es, ante todo, elmundo.es. El objetivo, por tanto, no se sabe si es desestabilizar a la Monarquía de Felipe VI o simplemente irrumpir en una escena pública de la que fue expulsado. Naturalmente, sería un escándalo sobre cuestiones privadas disfrazado de 'cuestión de Estado'. La difamación, siempre práctica, nunca prescinde de las más altas miras teóricas.
No sólo eso, Ramírez asegura que terminará con sus "cinco enemigos". Además de la Zarzuela, se cuentan Mariano Rajoy, el ya fallecido Emilio Botín -mala venganza la que se lanza contra un muerto, sobre todo si se pretende el apoyo de su hija, Ana Botín- y el presidente de Telefónica, César Alierta. Y el quinto pregúntenle a Pedro J. Ramírez, que yo no lo sé. Vamos, las cabezas visibles del CEC.
¿En Moncloa temen esto No, mientras no se produzca antes de las elecciones generales. Mariano Rajoy, ahora mismo, está más cabreado con los diarios papel que creía controlar. En concreto con El País y El Mundo, que no dejan de "dar oxígeno" a Podemos. Y ya hemos recordado en Hispanidad que, a estas alturas, hasta Pedro Arriola se ha convencido ya de que Podemos no sólo divide a la izquierda sino que puede quitarle votos al Partido Popular. Ahora mismo, las perspectivas electorales del PP se encuentran acosadas por el voto del cabreo (Pablo Iglesias) y por la desafección -traducible en abstención o en voto a los partidos 'friquis', en terminología 'arrioliana', de los votantes habituales del propio PP.
Sí, entre los enemigos no debemos olvidar a César Alierta, cabeza visible del Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), a quien Ramírez considera instrumento próximo y directo de su cese en El Mundo.
¿Lo conseguirá En el sector editorial hay quien piensa que Pedro J. Ramírez no volverá a ser quien fue, que está desautorizado. Pero, por si acaso, en Moncloa están preocupados por Pedro J. Con la que está cayendo sólo les faltaba un escándalo sobre la Jefatura del Estado, la nueva Jefatura del Estado, para diluir al votante del PP.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com