Espléndido reportaje el de Bru Rovira para La Vanguardia, del pasado lunes 15. Otra de las barbaridades del saliente George Bush en la invasión de Irak consistió en la privatización de la guerra. El periodista recoge las ideas del periodista Rolf Uesseler, autor del libro La Guerra como negocio, para explicar cosa como éstas.
Estados Unidos redujo sus soldados en un millón, hasta quedar en 1,5 pero, a cambio, creó un millón de soldados privados. Son empresas de mercenarios -muchos de ellos antiguos marines que quieren ganar una soldad mayor-, que han participado activamente, no en la invasión de Irak y, sobre todo, en la dramática postguerra. Y lo han hecho con especial crueldad y con especial impunidad: no responden ante el código militar y son inmunes al Código Civil, dado que son las condiciones que imponen en sus contratos.
Es decir, entramos en la era del patriotismo con ánimo de lucro. Ejércitos de mercenarios dotados con armamento de última generación que les proporcionamos entre todos y que no deben responder ante nadie: ni ante la autoridad militar ni ante la civil.
¡Qué miedo!
Eulogio López
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