El otro gran foco es Brasil, cuyas reservas de petróleo le convierten en un país atractivo
Los disidentes chinos esperaban que la visita del último premio Nobel de la Paz supusiera un antes y un después en sus vidas. Barack Obama habló en su visita a China de los derechos universales, pero no concretó la importancia de que estos se respeten en Tíbet o Xinjiang. El presidente de los Estados Unidos suele presentarse como un santo laico, especialmente en sus visitas al exterior, donde la puesta en escena no deja nada fuera de guión.
En esta ocasión, su reunión con estudiantes y su comparecencia junto al presidente de la República Democrática, Hu Jintao estaban previstos para no molestar a las autoridades chinas. El motivo de fondo son los intereses estratégicos de Estados Unidos sobre China en Asia, que es junto a Brasil en Iberoamérica uno de los grandes pilares de la geoeconomía de la administración Obama. La alianza puede implicar que Lula favorezca a las petroleras estadounidenses frente a las de otros países, como Repsol. Pero antes, Estados Unidos quiere esperar y ver cuánto petróleo hay bajo las aguas brasileñas.