La amenaza terrorista de ETA y las políticas de Carod, así como la batalla interna en el PSOE, llevan a Zapatero al cambio. PSOE más CiU más Coalición Canaria ya suponen mayoría absoluta (177 diputados). En Moncloa ya dan el Estatut por fracasado : cuentan con elecciones en Cataluña para la primavera de 2006, con Montilla como candidato
Los problemas se le acumulan a Zapatero, Los problemas internos, de los que dábamos cuenta en nuestra edición anterior, con una vieja guardia del PSOE dirigida por Felipe González- empeñada en sustituir a un gobernante novato que ha puesto el país patas arriba por otro socialista experto, como Javier Solana. Una operación que comenzará con el nuevo año y donde Polanco cumplirá el papel de ariete.
Por una parte (ver en Hispanidad ETA ofrece paz por naciones), ETA amenaza con matar a fecha fija y solicita lo que para la banda terrorista son mínimos pero que para Zapatero suponen máximos, si no quiere que el PP le adelante definitivamente en las encuestas.
Amenaza desde Vitoria pero también desde Barcelona: Carod le recuerda a Zapatero que el apoyo parlamentario de ERC desaparecerá si no hay Estatut. Y el Estatut parece condenado al fracaso. Mientras más se prolongue la agonía, más votos para el Partido Popular.
Así que Zapatero ha decidido cambiar de aliado : ya no le interesa ERC, ahora lo que le interesa es CiU. El partido de Artur Mas y Durán Lleida necesita resucitar, y en Cataluña es donde mejor opinión se tiene de Zapatero. Dicho de otro modo : cambio de pareja, del nacionalismo independentista al moderado. Si se suman los 164 escaños del PSOE a los 10 de Convergencia y se cuenta con los siempre maleables tres votos de Coalición Canaria, se obtiene 177 diputados, dos por encima de la mayoría absoluta. Ahora bien, no está claro que se pueda con el Tripartito. Lo que Zapatero busca es incorporar a los catalanes al Gobierno de España, aquello que tanto intentó Aznar y nunca consiguió. Ni que decir tiene que a Durán le hace mucha ilusión ser ministro del Reino de España. A cambio, CiU pemitirá un Estatuto más tragable en el resto del país.
Eso sí, el todopoderoso, pero ahora muy cuestionado, ministro de Industria, José Montilla, se iría, como estaba previsto a Cataluña, para unas elecciones anticipadas, que ya se prevén para la primavera del próximo año, y a Maragall se le buscaría una honrosa jubilación. Y no hay por qué dudar que a un Gobierno de coalición PSOE-CIU en Madrid le pueda acompañar otro gobierno de coalición PSC-CiU en Cataluña
Y es que, si lo piensan un poco, quedan muchas más opciones. El PNV ha unido su futuro al de Batasuna y la discusión territorial no pude alargarse indefinidamente: cada día que pasa, el PP gana terreno, no por méritos propios, sino por los desaguisados que ha provocado abrir un melón aún más peligroso que el melón sucesorio : el melón de las identidades nacionales.