El 90% de los mexicanos es católico

La República de México está gobernada por Felipe Calderón, del Partido de Acción Nacional, el equivalente al PP español. Sin embargo, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y su escisión aún más a la izquierda, el Partido Revolucionario Demócrata (PRD) dominan la Cámara de Diputados. Uno de los más ilustres miembros del PRD es Antonio Manuel López Obrador, candidato del PRD a la presidencia que nunca reconoció la victoria del PAN y que llegó a organizar su autocoronación en la principal plaza de la Ciudad de México.

Pues bien, en la Cámara de Diputados se está discutiendo un proyecto para castigar a los funcionarios que no respeten la laicidad de la república, que deberá reconocerse incluso en la Constitución. Y donde dice "laicidad", debe leerse "laicismo". Aunque el 90% de los mexicanos es católico, en su exposición de motivos los legisladores hablan de garantizar la pluralidad religiosa y la libertad de culto a los creyentes de las diferentes religiones. La reforma pretendería establecer como obligatoria la laicidad para los servidores públicos quienes, en caso de no respetar esta norma, se harían acreedores de diversas sanciones: "por la neutralidad del Estado en materia religiosa, lo que implica obligadamente que no asuma ni actúe a favor de alguna confesión en particular y, tampoco lo haga en contra de alguna de las manifestaciones religiosas existentes en territorio mexicano". Quienes viven en el territorio son católicos, pero ese factor no tiene ningún reconocimiento por parte del Estado.