La verdad es que la caída es mínima pero desciende de fatídico 20%. Aumentan los parados de larga duración y se agota el superávit de la Seguridad Social. Y lo más importante de todo: el problema es que cuando hemos entrado en el cuarto año de crisis económica, la gente ya prescinde de contratos para aferrarse a cualquier tipo de ingreso, y todo ello sin que el Gobierno decida rebajar los impuestos laborales, especialmente las famosas cuotas. Es decir, que la economía española en general, y el empleo en particular, van de cráneo en España.
Ahora bien, es en este terreno, el de la imagen, en el que Rubalcaba (si le das la espalda, te la clava) se mueve más a gusto: lo que importa no es la realidad sino el semblante como se presenta.
Eulogio López
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