Como siempre, la comparecencia del gobernador MAFO en el Senado (mañana del lunes 23) ha sido mucho macro y poco sistema financiero. Todo lo que ha llegado a decir es que es una buenísima noticia el FROB, o Fondo de Rescate Bancario. A lo mejor porque ha sido él mismo quien lo ha diseñado.
Eso sí, no ha desaprovechado para llevarle la contraria a Zapatero. Nueva bofetada. A la misma hora el presidente afirmaba que la economía española estaba a punto de iniciar la recuperación, pero no era capaz de fijar el momento de la creación de empleo. La razón es que ceteris palibus nuestra economía sólo es capaz de crear empleo si tenemos un crecimiento del 2,88%, según un estudio econométrico de la Universidad Pablo Olavide. Quizás sea algo menos. Pero desde luego no basta con un crecimiento débil o en recesión. Por eso, Zapatero no se moja en las fechas: ya le han sorprendido en demasiados renuncios.
MAFO sale al paso y afirma que sí es posible crear empleo aunque el crecimiento sea bajo. Eso sí, para ello, hacen falta reformas estructurales ambiciosas. A saber: innovación en las modalidades de contratación y eliminación de las rigideces de nuestra economía. Exactamente lo que Zapatero huye a pesar de autocalificarse de reformista y de guiñar a los agentes sociales sobre la conveniencia de emprender algunas reformas. Maquillaje.
Todo ello horas después de haber reunido a la vieja guardia del Felipismo, encabezada por Felipe González, y vender el desarrollo sostenible, el nuevo modelo económico, ecología y energías verdes, sociedad del conocimiento y otros tópicos y la puesta en marcha de una nueva supervisión financiera (¿A que no?)
Además, rifi-rafe con el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña. Mientras que MAFO considera que la subida de impuestos puede poner en riesgo el perfil del crecimiento, Ocaña asegura que la subida del IVA no pone en riesgo la recuperación. Sin duda, MAFO es un verso suelto. Ya sólo queda que se ponga a hablar de lo suyo. Porque en febrero dijo que en el sistema financiero no ocurría nada. Y desde entonces, han ocurrido algunas cosas. Amén del inflado generalizado de los balances. ¿Hasta cuando? Y por cierto, ¿por qué los supervisores que vivían en la CCM no vieron nada nunca?
Pero el asunto empeora. La misma tétrica mañana del lunes, el comisario europeo de Economía, Joaquín Almunia, uno de los correligionarios más detestados por ZP, vuelve a la carga y lanza un nuevo desprecio al líder: ni tan siquiera considera que el desarrollo sostenible sea una reforma de las que necesita la economía española.
Y por si fuera poco, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, aporta otra idea genial: si somos los campeones del paro lo que tenemos que hacer no es crear empleo sino repartirlo, que es muy democrático: así propone reducir el horario laboral y los salarios. Vamos, que no sabe cómo salir de la crisis.