• El que fuera ministro con Felipe González estuvo al frente de la compañía desde 2004 hasta marzo de este año.
  • Su sueldo era de 822.000 euros anuales.
  • Con su salida se reaviva el debate sobre los blindajes de directivos en empresas públicas.
  • El informe de gobierno corporativo de Red Eléctrica habla de "cláusulas de garantía o blindaje para casos de despido o cambios de control".
  • El Gobierno Rajoy todavía no ha puesto límite a estas prácticas.

El hecho de que existan blindajes en la empresa privada todavía se podría discutir, pero que existan en compañías públicas no tiene justificación, toda vez que los nombramientos son políticos, a dedo, y son cargos de confianza.

Es el caso del ya ex presidente de Red Eléctrica de España (REE), Luis Atienza (en la imagen) que, según fuentes de la compañía, cobró 1,8 millones de euros en concepto de blindaje cuando dejó su cargo el pasado mes de marzo. Su sustituto es José Folgado, que fue, hasta entonces, alcalde de Tres Cantos.

El caso es que el socialista Atienza -fue ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación con Felipe González, entre 1994 y 1996- que se ha embolsado 822.000 euros anuales desde que Rodríguez Zapatero lo pusiera al frente de REE en 2004, ahora, tras la llegada de Rajoy a La Moncloa, se ha marchado a su casa. Pero no se ha ido, como se dice vulgarmente, con una mano delante y otra detrás. Todo lo contrario; se ha llevado nada más y nada menos que 1,8 millones de euros.

Lo curioso es que el informe de gobierno corporativo de la empresa habla directamente de "cláusulas de garantía o blindaje para casos de despido o cambios de control a favor del consejero ejecutivo" (página 164). Según este documento, el blindaje sería de una anualidad, es decir, de 822.000 euros, aunque fuentes de la compañía han asegurado a Hispanidad que Atienza se ha marchado tras cobrar 1,8 millones de euros.

En cualquier caso, ya va siendo hora de que el Ejecutivo de Rajoy haga algo al respecto y elimine estos blindajes o cláusulas de garantía, por lo menos en las empresas públicas. Veremos si lo hace, justo ahora que puede poner a los suyos al frente de las mismas. Sea lo que fuere, el debate está abierto.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com