Mis paisanos de la Fundación Príncipe de Asturias, que concede los premios que lidera prestigia y otorga y comprometen a- SAR Felipe de Borbón, heredero al trono de las Españas, prosiguen con entusiasmo su veloz carrera hacia la progresía total. Dos de los premios que acaban de conceder merecen comentario aparte: de un lado, el concedido al cineasta manchego Pedro Almodóvar, quien, con la humildad que le caracteriza, no ha podido sino exclamar: Si me han dado este premio es por ser salvajemente yo mismo. Este es el problema, está planteado en sus justos términos y no creo que sea necesario añadir una tilde al asunto.
Días atrás conocíamos que otro de los galardones ha sido concedido a National Geografic, la revista encargada de pregonar a los cuatro vientos otra de las estafas del año, El Evangelio de Judas, ahora elevado por la progresía a la categoría de San Judas, no Tadeo, sino Iscariote.
Debería recordar Su Alteza que nada más mortífero que el elogio, y que la consecuencia natural del ditirambo en el plano social es el galardón. Y si no quiere que le comprometan, una de dos: o que influya en los nombramientos o que retire su nombre a la convocatoria. Porque el asunto ya empieza a oler.
Claro que también puede ser que a Su Alteza Real le guste este tipo de compromisos progres. Entonces no tengo nada que decir, salvo recordar que si desea ser un Rey progresista, debería recordar que la lógica progresista lleva de cabeza a terminar con la Monarquía. Don Felipe es muy libre de escoger.
Eulogio López