Ya lo ha anunciado hasta el presidente Zapatero: el tercer trimestre no será tan bueno como los dos primeros. Es decir, habrá recaída. El indicador más anticipatorio lo tenemos en el IPC adelantado del mes de agosto. Cae una décima hasta situarse en el 1,8%. Y eso a pesar de la subida del IVA. Buena noticia para los precios. Mala para la economía. Porque el dato muestra la debilidad de nuestro consumo -¡en agosto, con paga extra!- y por tanto, la debilidad de nuestra economía.
Y es que, como señalaba en la mañana de este lunes el catedrático de Economía, Pedro Swartz, la experiencia nos ha demostrado que las ayudas de España y Estados Unidos no han permitido salvar la actividad económica mientras que la estrategia de Alemania de anticipar los deberes y ajustes han mostrado ampliamente su eficacia.