Sr. Director:
La Memoria Histórica duele, hasta secar la sangre y cristalizar las lágrimas.
Hordas salvajes fueron las que quemaron iglesias y conventos, y apedreaban a las personas que salían de estar en misa.
Una familia muy cercana a mí fue asesinada. Una familia completa, ocho hijos, sus huesos reposan en la Catedral. ¿Su pecado? Hombre de fe y de buena reputación. Hordas.
Rafael Gálvez Pacheco
ragapa258@orange.es