El aborto en el mundo occidental, salvo excepciones como Irlanda, está presente en la civilizada Europa, disminuyendo en algunas naciones, como Polonia, e incrementándose en otras, como España, en donde, últimamente, se trata, a nivel oficial, como si fuera un derecho de la madre.
¿Podrá considerarse moralmente un derecho quitar la vida a un niño nonato? La más alta autoridad religiosa y moral, Benedicto XVI, nos enseña: El aborto no puede ser un derecho humano, es totalmente opuesto. Es una gran herida en la sociedad. El derecho humano fundamental, el antecedente de cualquier otro derecho es el derecho a la vida misma y esto es verdad desde el momento de la concepción hasta la muerte natural (Viena, 2007). ¿Y qué hace la Iglesia? Lo señaló, también, el Papa en Austria: Estamos actuando como abogados por una profunda necesidad humana, hablando por los niños no nacidos que no tienen voz, sin cerrar los ojos a las dificultades y conflictos que muchas mujeres experimentan.
Además, la Iglesia, además de hablar, cuenta con instituciones de ayuda a la mujer embarazada en difícil situación.
Josefa Romo Garlito