Un informe elaborado por ASPRIMA, IESE, IPD y ST-Sociedad de Tasación analiza el mercado de inversión institucional en inmuebles. Según este trabajo, los activos inmobiliarios dedicados al alquiler suman un volumen de 47.598 millones de euros.
El grueso de la inversión (42%) procede de inversores extranjeros, a los que siguen las inmobiliarias cotizadas (27%). El resto se reparte entre fondos inmobiliarios españoles (14%), inmobiliarias no cotizadas y otros inversores españoles (6%) y sociedades de inversión inmobiliaria españolas (1%).
Teniendo en cuenta el volumen, España ocupa el séptimo puesto en el mercado de inversión inmobiliaria en Europa, pero se encuentra a la cola en relación con el PIB. El presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (ASPRIMA), José Manuel Galindo, señaló que el nivel de inversión institucional en España está "bastante por debajo" de su potencial. Para alcanzar el 15% del PIB que representa en otros países como Francia, Alemania o Inglaterra en materia de inversión institucional serían necesarios serían necesarios unos 100.000 millones de euros más.
El estudio en sí revela también una apuesta por el alquiler en un país donde está muy arraigada la tradición de tener el piso en propiedad. La desaparición de los incentivos para la compra y el acceso al crédito cada vez más difícil van decantando a los promotores inmobiliarios hacia el arrendamiento: que inviertan los fondos y las grandes empresas y que los particulares alquilen. Por el momento las grandes inversiones se centran en oficinas, por lo que el sector promotor ve futuro a la inversión en viviendas.