El Gobierno marxista de Corea del Norte desencadenó la alarma internacional con la proyección de siete misiles con potencia para alcanzar hasta los Estados Unidos, que sucumbieron en el mar de Japón.

Ahora, en su intención de volver a iniciar su programa nuclear, el régimen de Kim Jong-il, ha anulado la vigilancia internacional a la que estaba atado, deportando a los observadores del Organismo Internacional para la Energía Atómica.

El régimen de Pyongyang se comprometió, en febrero del año pasado, a desprenderse de su programa atómico pero, continuando su escalada militar, podría estar decidiendo la proyección de otro misil para forzar a los Estados Unidos con el fin de salir, decisivamente, del Eje del Mal, como no se puede verificar el desarme nuclear norcoreano, éste seguirá incluido en el Eje del Mal.

El rotativo surcoreano Dong-A Llbo ha divulgado que Pyongyang está preparado para disparar un nuevo misil Taepodong-2, habilitado para alcanzar a la costa de los Estados Unidos y de esta forma presionar a Washington.

Un superviviente de Hiroshima recordó que "un brillo cegador cortó el cielo... la piel de mi cuerpo sintió un calor quemante... silencio mortal... luego una gran explosión, como el estallido de un trueno distante."

Clemente Ferrer Roselló

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