Sr. Director:
Lamento que, de buenas a primeras, el alcalde de Madrid, el señor Ruiz-Gallardón, en vez de viajar en el tren de la vida (donde yo pensaba que viajaba), se monte en el tren de la muerte dispensando las llamadas píldoras abortivas del día después.
De siempre me pareció inteligente el señor Ruiz-Gallardón y, como es bien sabido, de sabios es rectificar. Tengo esperanzas de que así lo haga.
Santiago Sastre
santisastre92@yahoo.es