Sr. Director:
En su día leí la carta de la Sra. Jiménez y también su acertadísimo artículo "El problema de los curas". Y hoy la carta titulada "Más curas, por favor, que me quiero confesar".
La Confesión que fue instituida por Jesucristo como alivio de las penas del pecado y como recurso que ensancha el alma hacia el bien y la felicidad, está sufriendo una notable crisis, que será necesario recuperar, ya que la confesión frecuente es un gran medio para preparar la Comunión.
Si para recibir en nuestra casa a un personaje, la limpiamos, decoramos, nos ponemos los mejores trajes, no sabemos cómo comportarnos para ofrecerle una buena acogida…, ¿cómo tendríamos que preparar nuestra alma para albergar a Cristo en ella?
La alegría del perdón es el mejor testimonio de fe y de esperanza ante nuestros hermanos.
¡Que bondad la de Cristo al dejar a su Iglesia los Sacramentos! ¡Y qué pena que algunos no los valoren!
Josefina Galán
finagalan@gmail.com