Hace cuatro años la entonces ministra de Sanidad, Elena Salgado, quiso considerar el vino una bebida alcohólica y aumentar con ello los impuestos sobre este producto. El sector se le echó encima y Zapatero obligó a su ministra a retroceder y cargar con toda la responsabilidad. Finalmente, el vino se considera producto de alimentación y los bodegueros pueden respirar tranquilos.
Pasado el susto, la industria del vino parece decidida a invertir. Barón de Ley ha abierto la veda con una pequeña adquisición: 500 hectáreas de terrenos en La Rioja que dedicará a la plantación de viñedos. Los analistas reconocen que los 2,1 millones de euros que ha pagado la empresa son un precio interesante, aunque las viñas no empiecen a dar fruto, como mínimo, hasta dentro de cinco o siete años.
Mariano Tomás
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