El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, reiteraba su condena de este fin de semana contra la agresión sufrida por Pedro Alberto Cruz. Eso sí, Jáuregui quiso restar los hechos toda connotación política: Son unos perturbados y unos locos. Una reacción que se ha generalizado en la izquierda, interesada en vincular el ataque contra una congresista demócrata al Tea Party, pero que se niega a ver motivos políticos en el caso de Murcia, pese a que los agresores gritaban sobrinísimo al tiempo que propinaban una brutal paliza al concejal.
A medida que las preguntas insistían sobre el caso de Murcia, Jáuregui pasó de la condena hacia lo que parecía casi un accidente al victimismo. El ministro señaló que utilizar este hecho como oportunidad de agresión contra otros partidosllega casi al mismo nivel de agresión que el hecho que se está denunciando.
Mientras el Gobierno se niega a aceptar su responsabilidad por no haber reaccionado ante las amenazas previas, el PP asegura que la candidata socialista a la Presidencia de la comunidad, Begoña García Retegui, se encontraba en aquella protesta y la culpa por la agresión a Pedro Alberto Cruz. Los 'populares' le atribuyen frases como la siguiente: "Ha llegado el momento de que el consejero de Cultura se plantee su dimisión y deje de ser el gran consentido por ser el sobrinísimo del presidente Valcárcel". No es descartable que Pedro Alberto Cruz acabe siendo sancionado por golpear con su cara los puños de los supuestos agresores.
Mariano Tomás
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