Salvador Alemany, primer ejecutivo de Abertis no ha querido hacer sangre ante la nueva decisión del veleidoso presidente boliviano Evo Morales, que ahora revisa la gestión de los tres principales aeropuertos bolivianos, regidos por Abertis y AENA. Alemany recuerda que su facturación no se vería afectada por el caso boliviano aunque, muy diplomáticamente, y respondiendo en términos genéricos a una pregunta muy concreta, alude a que actitudes como las del indigenista Evo Morales contamina el área, de referencia a toda Iberoamérica, y que eso no resulta bueno para atraer inversiones.
Tan es así, que Iberoamérica no supone una prioridad para Abertis. Según Alemany, las prioridades de la ya hoy al menos si se consuma la fusión con Autostrade, primera concesionaria de autopistas del mundo, es Europa, especialmente Europa del Este, luego Estado Unidos (cuando se modernice el actual sistema de la licitación de autopistas de peaje) y finalmente, Asia. De Iberoamérica, ni se habla y en África, creemos, no hay autopistas.
Por lo demás, Alemany considera lógico que la empresa resultante de la fusión entre la española Abertis y la italiana Autostrade se denomine Abertis y tenga su sede en Barcelona. Según él, no ha sido una imposición, sino las conclusiones de un estudio de un equipo compuesto por abogados españoles e italianos. La sede social, además, se justifica por razones fiscales.