Sr. Director:
La canciller alemana está llamada a desempeñar un papel clave en el futuro de Europa. Su pragmatismo es necesario. Al mismo tiempo, no podemos olvidar que su alianza gubernamental con los socialdemócratas acarrea dejar abandonadas algunas decisiones que había expuesto en la campaña electoral.
Alemania, como bien dice, es la economía más fuerte de Europa, pero hasta hace poco tiempo, pocos meses en realidad, se encontraba inmersa en una severa crisis. Ahora comienza a despegar. Las otra cuatro grandes economías del continente: Francia, Reino Unido, Italia y España, dependen de la marcha segura y no precipitada de Alemania. Europa, sin embargo, es otra cosa.
El corazón de Europa sigue atrofiado. ¿Por qué? Algunos dirán que está así por culpa de la economía alemana, yo creo que no. Que en gran medida el frenazo de Europa se debe a la pérdida de valores y a la carencia de identidad. Felicidades.
Lorenzo de Ara