• Alaba las reformas del Gobierno español pero nada más. 
  • Eso sí, el precio oficial del dinero se mantiene en el 1% y el euribor bajó en abril hasta el 1,368%.
  • España presiona para que el BCE vuelva a comprar deuda soberana o bien ofrecer liquidez a los bancos para hacer lo propio. El BCE responde que hay que estudiar los efectos de las inyecciones de liquidez.
  • Draghi aboga por un pacto de crecimiento y asegura que eso no es contradictorio con la estabilidad contable.
  • Habla de la asimetría laboral en Europa, pero en referencia a la homologación del despido, que no de los salarios.

El Banco Central Europeo (BCE) se ha reunido en Barcelona, tomado por la policía. Y Mario Draghi, su presidente (en la imagen), no ha cedido a quienes le piden un nuevo manguerazo o inyección de liquidez en el mercado. Asegura que hay que esperar a los resultados de los dos anteriores golpes de mano del BCE. Por ahora, no habrá nuevas compras de deuda soberana ni más dinero a los bancos para que hagan lo propio. Y nada más conocerse la noticia, el Ibex 35 se derrumbó.

Eso sí, se mantiene el precio oficial del dinero en el 1% mientras el euribor fluctúa a la baja: 1,368%. Claro que el problema de países como España o Italia no es el precio del dinero sino la necesidad de más dinero.

Por cierto, el presidente del BCE asegura que no hay contradicción entre un pacto de crecimiento y un pacto fiscal, es decir, entre Ajuste y Expansión. Lo cual es muy cierto, sin duda. Sólo hay un problema: Draghi habla de homologar las condiciones laborales en Europa y de acabar con sus asimetrías. Lo que ocurre es que él entiende por homologar generalizar la flexibilidad laboral y el despido libre si fuera necesario. De homologar los salarios no dice nada.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com