A los niños y a los adolescentes hay que educarlos para el esfuerzo, y así serán útiles para sí y para la sociedad.
El PP tiene ahora su oportunidad para enderezar la arbitrariedad ideológica y la falta de criterios morales que ha venido marcando el modelo educativo durante el Gobierno de Zapatero. Los ciudadanos le han dado su confianza en las urnas y en ese sentido el Ministro de Educación, José Ignacio Wert, ya anunció ayer el fin de Educación para la Ciudadanía mediante cambios profundos, puesto que lo que está en juego es toda una filosofía sobre cómo educar en la escuela.
Es necesario un cambio de hábitos en directores, profesores, alumnos y familias, sustentado en el esfuerzo y en el interés por aprender, para conseguir la mejor formación para nuestros hijos en un entorno global cada vez más competitivo y exigente. La asignatura sustituía el derecho de los padres a educar libremente a sus hijos en su concepción del ser humano y se empeñaba en ponerles una nodriza estatal para que se concibiesen autónomos de su familia y deudores de la ideología y el sistema procedentes del poder.
María Rosa de la Cierva, miembro del Consejo Escolar del Estado, ha señalado que el anuncio del nuevo ministro Wert "supone una gran satisfacción porque, sin duda, va a mejorar la calidad educativa" de la enseñanza en los colegios españoles y añadió que los alumnos "van a encontrarse libres de adoctrinamiento ideológico alguno". Asimismo, consideró que "es importante que los alumnos conozcan la Constitución", cuyo contenido se va a impartir en el temario de la nueva asignatura "Educación Cívica y Constitucional".
Estamos de enhorabuena, porque creo que empezamos a volver a recuperar la cultura del esfuerzo, del trabajo bien hecho, de la honradez, de la humildad y del respeto.
Nieves Jiménez
