¿Vd. Se cree que es posible tener una reunión secreta en este país?, pregunta irónica la vicepresidenta. Se pinchó el globo desde que El País publicara la entrevista mantenida entre Mas y Zapatero. A la vice no le queda más remedio que confirmar el encuentro, aunque lo califica de discreto, no de secreto. Si quisiera ser secreto se habría realizado en otro sitio, no en Moncloa.
En todo caso, De la Vega no ha querido detallar el contenido de esos encuentros que califica como normales dentro del diálogo entre partidos e instituciones. La vicepresidenta insiste en que el Estatuto se encuentra en su fase catalana y no quiere interferir en un proceso por un respeto institucional, que afirma, también mantiene el Presidente Zapatero. Su discurso es el de siempre: consenso, Constitución y ciudadano.
No quiere decantarse sobre si Zapatero mantiene su compromiso de aprobar lo que salga del parlamento catalán, aunque en privado señala que una vez que llegue al parlamento nacional, el texto podría rechazarse si el texto no se ajustara a la constitución. Es el juego de equilibrio institucional previsto que obliga a la concertación política e institucional. Es decir, que podría producirse un frenazo en Madrid, a pesar de que previamente se había afirmado la posibilidad de utilizar la goma de borrar y devolver un Estatuto dulcificado. Eso sí, De la Vega prefiere no hablar de injerencia del Gobierno nacional en un Estatuto que insiste- se encuentra en su fase autonómica.
De la Vega tampoco ha querido manifestarse sobre si estamos más lejos o más cerca de un acuerdo. Insiste en que el Gobierno trabaja para el consenso y por sacar adelante el Estatuto aunque matiza que sus sentimientos siempre son positivos. Eso sí, la vice insiste en que el régimen de concierto en Cataluña, en el que insiste Convergencia i Unió es inconstitucional y por tanto, no pasará.