Desde el comienzo, las inversiones se centraron en la fibra óptica, creando su propia infraestructura en lugar de alquilar sobre las líneas ya existentes. La gran ventaja es que puede ofrecer mayor ancho de banda a los hogares, en un momento en el que la conexión de varios dispositivos es ya habitual.
En mayo, la compañía inició el despliegue de los 50 megas, a los que 4,1 millones de hogares tienen oportunidad de acceder. En este sentido, ONO se ha adelantado a compañías como Telefónica, que realmente no ha jugado a fibra óptica y sólo cuenta con un potencial de 300.000 hogares.
Continuando con su plan de inversiones, gracias a la tecnología Docsis 3.0, ONO comienza ahora con los 100 megas. Las primeras pruebas se realizan ya en la Alameda de Osuna (Madrid) y se extenderán a otras ciudades como Valencia y Barcelona.