Sr. Director:
El hecho de que ninguna universidad española figure entre las 200 mejores del mundo, pienso que es razón más que suficiente para defender una reforma en profundidad del sistema.
El hecho de que ninguna universidad española figure entre las 200 mejores del mundo, pienso que es razón más que suficiente para defender una reforma en profundidad del sistema.
Estos días he podido saber que el comité de expertos del Ministerio de Educación ha culminado un amplio e interesante informe sobre la catarsis universitaria.
Sus propuestas pasan por vincular la financiación de los centros con los resultados en investigación y la empleabilidad y quebrar la perniciosa y endémica endogamia con la llegada de rectores y profesores extranjeros, entre otras muchas.
Medidas susceptibles de debate, pero que abren un horizonte regenerador imprescindible para disponer de una educación superior competitiva.