Sr. Director:
El Papa ha estado de viaje en Corea de Sur durante cinco días.
Creo que es bueno recordar que, poco después de la llegada de un puñado de seglares llegados de China, que ni pudieron contar con la habitual ayuda de misioneros, la naciente Iglesia conoció el martirio de los primeros cristianos que el Papa ha beatificado el pasado sábado en un acto que acaparaba toda la atención de esta visita apostólica, junto a la celebración de la Jornada de la Juventud Asiática.
Precisamente, las autoridades chinas, que han tenido el gesto de autorizar el sobrevuelo por su territorio del avión del Papa, han denegado la autorización para desplazarse a Corea de una delegación de jóvenes católicos alegando unas supuestas "razones de seguridad". La realidad es que el Gobierno chino teme que la visita del Papa a Corea impulse la resistencia de los millones de católicos que viven su fe en la clandestinidad y que son perseguidos por su fidelidad a Roma y su negativa a someterse a la llamada "Iglesia oficial". Como contraste, la Iglesia coreana está dispuesta a proclamar el Evangelio a todos los pueblos asiáticos, como se reza en la oración que estos días se repite en todas las iglesias.
Jesús Domingo Martínez