• Exigen al Gobierno que la nota mínima para obtener una beca descienda del 5,5 al 5.
  • Justo cuando el prestigio de las universidades españoles se encuentra por los suelos.
  • Y mientras, las comunidades del PP reducen las becas de excelencia, es decir, la de los buenos estudiantes.
  • Y es que el principal temor de los rectores es perder alumnos, es decir perder poder.
  • Rectores por la igualdad: ¿en todo

Los rectores universitarios han pedido al Ministerio de Educación que reduzca la nota media mínima para acceder a una beca universitaria desde el 5,5 a 5. El presidente de la Conferencia de Rectores de Universidades españolas, Manuel López (Universidad de Zaragoza) declaraba que se trata de "premiar la equidad", no la excelencia.

Pues no, se trata de premiar la excelencia. Estamos hablando de enseñanza universitaria, no primaria. Es cierto que para la enseñanza obligatoria (y porque es obligatoria, no por otra cosa), hasta la ESO, hay que conseguir que todos terminen sus estudios, pero para vivir no es necesario tener una carrera universitaria. Las matrículas en la universidad pública siguen siendo bajas y nadie se queda sin estudios superiores por ello. Pero si, además, se les subvenciona -con beca o sin ella- unos estudios superiores a quien no está preparado o bien no quiere hacer el esfuerzo necesario -en este segundo grupo, casi todos- entonces no estamos luchando por la igualdad de oportunidades sino por financiar, con el dinero de todos los españoles, a los estudiantes vagos.

Lo que ocurre es que los rectores, por la caída demográfica y por el empuje de los estudios de formación profesional, están perdiendo alumnos. Y el número de alumnos es la clave del poder de los mandatarios universitarios, especialmente en un país que ha multiplicado los centros de estudios superiores mucho más allá de lo que aconseja la lógica.

Y en paralelo, los gobiernos autónomos del PP reducen al mínimo las becas de excelencia para los universitarios que obtienen las mejores calificaciones, es decir, para los que se esfuerzan.

En cualquier caso, el rector de la Universidad de Zaragoza pide igualdad pero para la obtención de becas. Seguramente él, que dispone de un buen salario, no decimos que mal ganado, no pediría la igualdad de retribuciones para todos los colectivos de su universidad. Por ejemplo, no le gustaría cobrar lo mismo que su secretaria. Considera que cobra mucho más que ella porque su "excelencia" así lo justifica. Y su salario como rector de una universidad pública lo pagan todos los españoles... como las becas.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com