Durante la convalidación del zapaterazo, Durán estuvo claro: Zapatero es un cadáver político, pero se abstendrían por responsabilidad. Eso sí, le dejó claro que no contara con él para la aprobación de presupuestos. La traducción del PP fue: les daremos una tregua hasta las elecciones catalanas. Tal parece. Este mediodía CiU anuncia que se abstendrá en la votación del techo de gasto. De esta manera facilita su aprobación, incluso sin el apoyo del PNV.
El Gobierno pasaría un examen que no incluye recortes adicionales, según ha señalado Salgado en la mañana de este martes. Sólo exige que los ministerios se aprieten el cinturón. ¿Dónde se van a recortar los 50.000 millones comprometidos en el plan de austeridad? Seguimos sin detalles. Por no concretar, no se ha concretado ni siquiera el recorte autonómico al que se comprometieron en el zapaterazo.
Durán toma esta decisión tras su encuentro con el PNV en la noche del lunes. La estrategia parece clara: los nacionalistas han optado por ofrecer oxígeno al Gobierno. La alternativa es un PP mucho más centralista y menos proclive a sus intereses. Mucho mejor un partido que considera que el concepto de nación es discutido y discutible.
Así se cumple el pronóstico de Leire Pajín antes del Debate sobre el Estado de la Nación: el PSOE siempre parece encontrarse solo, pero finalmente siempre termina encontrando aliados. El problema es la tajada que hay que pagar para salvar los muebles. Y en ocasiones la tajada se traduce en una mayor desmembración de España. Es el caso.
Lo que conviene tener presente es que quienes ofrecen oxígeno ahora están manteniendo artificialmente vivo a un cadáver político. Todos saben y lo reconoce el propio Bono- que el gobierno podría caer si pierde una votación importante. Y sin ninguna duda, los presupuestos son una votación importante. Ergo PNV CiU se convierten en cómplices del mantenimiento de un Gobierno que no supo ver la crisis ni la está sabiendo gestionar.