Por otra parte, la petrolera española continúa considerando "hostil" la inversión de la mexicana Pemex. Espera que rompan el acuerdo. Aprobará un incremento del 10% en dividendo por acción pero no confirma que se extiendan al conjunto del ejercicio.
El viaje del presidente de Repsol, Antonio Brufau, por Iberoamérica ha dado para mucho. Por de pronto, cuando se le ha planteado en público la cuestión de si, ante los apuros de la constructora Sacyr para amortizar su crédito de 4.950 millones de euros, podría ser la propia petrolera quien le comprara un paquete de un 10%, Brufau ha sido muy claro: se superaría el límite legal sobre autocartera, fijado, precisamente, en el 10.Una respuesta tan clara como evasiva, dado que, si quisiera, podría adquirir a Sacyr el 9,9% del capital de Repsol. No lo hará porque entiende que eso perjudicaría a Repsol y porque no es su problema. Pero lo cierto es que el tiempo pasa, se acerca el plazo de vencimiento -Sacyr ya ha pedido prórroga a los bancos acreedores- y lo cierto es que no se encuentra un comprador para ese 10%, que ahora mismo representa casi 2.600 millones de euros.
Por lo demás, aunque las aguas ya no bajan tan revueltas, lo cierto es que Brufau continúa considerando hostil el aumento de participación de Pemex desde el 5 al 9,5% del capital y que continúa esperando que rompa su pacto de sindicación con Sacyr.
Más noticias: Brufau no venderá ni una acción más de YPF, donde posee un 58%, especialmente tras el descubrimiento de crudo en Vaca Muerta. Una petrolera vale hoy tanto como valen sus reservas, y aunque la inversión será cuantiosa Repsol puede afrontarla.
Otra de sus píldoras hispanoamericanas: es probable que el dividendo por acción de Repsol se incremente un 10% en 2011. Eso sí, el día 30 se aprobará en Consejo un 10% del incremento del dividendo para 2011.
Miriam Prat
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