- La clave está en Vaca Muerta. Los argentinos están dispuestos a ceder la mayoría, pero nada dicen sobre repatriación de dividendos ni sobre indemnización por la expropiación.
- Ni La Caixa ni Sacyr entran en la negociación.
- De hecho, el enfrentamiento Brufau-Fainé ya no viene por YPF, sino por GNF y por Criteria.
- El Gobierno de Peña Nieto quiere expandir Pemex con la tecnología de Repsol para shale gas y shale petróleo.
- Y mientras, el Gobierno ya ha blindado a Repsol como empresa estratégica... frente a Pemex.
Decíamos ayer, que para alcanzar la paz con la argentina YPF, es decir, con doña Cristina Fernández de Kirchner, se celebrará esta misma semana una 'cumbre' donde participará el argentino Miguel Galuccio, representantes de la mexicana Pemex y de la española Repsol.
Ojo, Antonio Brufau (en la imagen) no acudirá a la cita, mandará a un propio. Y además, ha dejado claro a Pemex, no a Caixabank, que no participará en la reunión como tampoco lo hará Sacyr, el segundo accionista de la compañía.
De hecho, Brufau ya ha advertido a sus ahora 'amigos' de Pemex que no le basta con que YPF ceda la mayoría en la explotación de Vaca Muerta. Eso ya lo tenía antes de ser expropiado sin indemnización y a lo bestia por doña Cristina Fernández de Kirchner. Brufau exige una indemnización y la seguridad de que podrá repatriar beneficios de la inversión, así como manos libres para gestionar la explotación y la comercialización del crudo.
Pemex, no Caixabanak, es el más interesado en un acuerdo de paz. El nuevo presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, quiere que la petrolera de bandera mexicana despierte y empiece a operar en Argentina, y también quiere aprovechar la tecnología 'shale gas' y 'shale oil' de Repsol.
Porque una cosa es que Brufau y Pemex se hayan amigado y otra cosa es que el presidente de Repsol se fíe ciegamente de una potencia dormida como es la estatal mexicana. De momento, su amigo, el ministro Soria, ya está elevando a categoría legal, que Repsol es una empresa estratégica y que no se venderá ninguna a compañía no comunitaria, o sencillamente a una compañía pública.
Dicho esto, conviene no equivocarse. YPF ha dejado de ser el motivo del enfrentamiento entre Antonio Brufau e Isidro Fainé. Los motivos de discrepancias entre ambos gestores catalanes son dos: Gas Natural Fenosa y el intento de Fainé de integrar Repsol en Caixa, en la nueva Criteria, que englobará, no sólo Abertis y Gas Natural, si no también Repsol y Telefónica. Esto no gusta en Repsol. Y el otro motivo es Gas Natural Fenosa. Cuando se habló de la presunta venta del 15% de GNF en poder de Repsol, desde CaixaBank se pensó en una posible ruptura del acuerdo de gestión conjunta entre la entidad financiera y la petrolera. Y eso serían palabras mayores.
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com