Cuando Xabier de Irala estuvo a punto de cerrar la fusión de las tres cajas vascas, BBK, Kutxa y Vital, la condición más importante que puso fue que Ignacio Sánchez Asiaín, hijo del veterano presidente del BBV, fuera el director de la tercera caja de ahorros de España. Nadie se le opuso y menos que nadie el PNV y el entonces lehendakari Juan José Ibarretxe, a pesar de que los Asiaín nunca han sido nacionalistas.
Pero la subida de Patxi López provocó la paralización de la fusión, dado que el PNV pretende seguir controlado BBK y Kutxa a través de las diputaciones vascas y los ayuntamientos. El peneuvista Mario Fernández fue nombrado presidente y relegó la fusión, al tiempo que la estrella de Asiaín descendía a pesar de su espléndida labor en BBK y asciende Alicia Vivancos, y la convierte en par de Asiaín, forjando una diarquía en el equipo ejecutivo extraña a las cajas y extraña a cualquier organigrama conocido.
Vivancos lleva muchos años en BBK y ha pasado por muchos departamentos, pero era, sobre todo, la responsable de participadas industriales, entre ellas de la participación (6,5%) de la BBK en Iberdrola. Dura como el pedernal ha demostrado su valía en distintas divisiones. Probablemente, su parte más floja sea la banca al por menor.