Los resultados de Indra del primer trimestre, presentados este lunes, nos dejan dos ideas madre: Minsait es el presente y sustenta gran parte de la cuenta de resultados, mientras Defensa es el futuro y aporta expectativas en el actual contexto europeo de tensión geopolítica. Y este tándem, que ahora analizaremos, provocó que la cotización de la compañía se disparara un 8,8% en bolsa, este lunes, hasta los 19,6 euros por título. Indra vale 3.182 millones de euros en bolsa.

Los ingresos del grupo que preside Marc Murtra alcanzaron los 1.118 millones, un 21,9% más que en marzo de 2023, y el Ebitda ascendió hasta los 117 millones, frente a los 92 millones de un año antes (+27,2%). El beneficio neto fue de 61 millones, un 40,1% más que en 2023. La deuda neta, por su parte, aumentó un 233,7%, hasta los 89 millones de euros, mientras el flujo de caja libre alcanzó los 68 millones, un 152,9% más.

Como hemos destacado antes, Minsait es, hoy por hoy, el motor del grupo, con una facturación de 731 millones de euros, un 11,5% superior, y un Ebitda de 55 millones, un 10% más que el año anterior. Minsait aportó el 66% de los ingresos del grupo.

Defensa, por su parte, ingresó 191 millones, un 55,9% más, y registró un Ebitda de 37 millones, un 51,4% superior al de un año antes. Defensa aportó el 17% de la facturación del grupo. Ahora bien, y aunque presentó una cartera inferior a la de marzo de 2023 (-1,7%), esta alcanzó los 3.059 millones de euros, superior a los 2.388 millones de la cartera de Minsait que, esta sí, aumentó un 19,9% respecto a la de marzo de 2023.

Por geografías, España supone el 50% del negocio, seguida del resto de Europa (20%) y América (20%). Así, Oriente Medio y África (AMEA), aporta el 10% restante.

Por cierto, después de ver estas cifras, parece un tanto excesivo que el ex consejero delegado de Indra, Ignacio Mataix, cobrara 15,5 millones de euros en 2023, año en el que cedió el testigo a José Vicente de los Mozos.