BP ha notado fuertemente las caídas en los precios de crudo y gas natural pues ha tenido menos ingresos, desplome de beneficio y más deuda en el primer trimestre. Ante todo esto su cotización se ha movido a la baja (-0,76%), no sólo por los descensos sino porque algunas cifras no han superado lo esperado por los analistas, aunque la reacción de los inversores no ha sido peor debido al anuncio de una nueva recompra de acciones por valor de unos 1.626 millones de euros en los próximos tres meses. 

La petrolera británica ha visto descender sus ingresos un 12,2%, a unos 46.416 millones de euros, por los abaratamientos del crudo y del gas, fundamentalmente. Por su parte, la producción de crudo ha crecido un 7,6%, a 1,463 millones de barriles equivalentes de petróleo diarios (mboe/d), mientras que la de gas ha bajado un 5,7%, a 914 millones mboe/d, por la venta del negocio de Argelia (dos yacimientos) a la petrolera italiana Eni.

La producción de crudo ha crecido un 7,6%, a 1,463 millones de barriles equivalentes de petróleo diarios (mboe/d), mientras que la de gas ha bajado un 5,7%, a 914 millones mboe/d, por la venta del negocio de Argelia

El resultado bruto de explotación (ebitda) de BP ha descendido a 9.625 millones. Por su parte, el beneficio neto atribuido se ha desplomado un 72,4%, a 2.102 millones, debido al abaratamiento del crudo y del gas. BP, al igual que la mayoría de empresas de su sector (Aramco, ShellPemex, Eni, Exxon Mobil, Chevron y Repsol), ha empezado el año ganando menos. En este contexto, hasta ahora, sólo se han visto tres excepciones: Galp, que ganó un 35% más; TotalEnergies, que incrementó su beneficio ligeramente un 3%; y Cepsa, que redujo pérdidas y se quedó cerca de números negros. Eso sí, la petrolera británica ha mejorado su beneficio respecto al cuarto trimestre del año pasado, cuando obtuvo sólo uno 345 millones y ha destacado que este resultado refleja menor rentabilidad del petróleo y gas, el impacto de la parada de la refinería de Whiting (Indiana, EEUU) y un margen de combustibles significativamente más débil, que se ha compensado parcialmente con mejor actividad de reacondicionamiento, un fuerte respaldo del comercio de petróleo y mayores márgenes de refino. 

Al igual que en otras petroleras, BP ha visto incrementarse su deuda neta en un 13,1% entre enero y marzo, hasta los 22.311 millones. Además, la compañía se ha comprometido a mantener una sólida calificación crediticia de grado de inversión. 

“Otro trimestre financieramente resistente y continuamos avanzando en nuestra estrategia”, destacado el CEO, Murray Auchinclos, añadiendo que están “simplificando y reduciendo la complejidad en BP” para generar ahorros de costes 

Murray Auchinclos, consejero delegado de BP

 

Los resultados del primer trimestre son los primeros de Murray Auchinclos como CEO permanente, tras su nombramiento el pasado 17 de enero, al cual llegó después de haber sido CEO interino desde el pasado septiembre cuando dimitió Bernard Looney. “Otro trimestre financieramente resistente y continuamos avanzando en nuestra estrategia”, ha destacado Auchinclos, añadiendo que están “simplificando y reduciendo la complejidad en BP y planeamos generar al menos 2.000 millones de dólares (1.850 millones de dólares) en ahorros de costes en efectivo para fines de 2026” a través de la transformación digital y la eficiencia de la cadena de suministro.

La petrolera británica está presente desde 1954 con diversos negocios y emplea a 2.400 personas. Cuenta con más de 750 estaciones de servicio, tras Repsol y Cepsa, y por delante de Galp, que tiene más de 600. También tiene una refinería en Castellón, donde se procesan 6 millones de toneladas de crudo al año (unos 110.000 barriles al día), y su proyecto es convertirla en un hub de energía integrada que producirá biocombustibles e hidrógeno verde invirtiendo unos 2.000 millones y espera haber tomado la decisión final antes de verano, según ha señalado el presidente de BP España, Andrés Guevara, tras la firma de un nuevo convenio con la Generalitat Valenciana. Además, en nuestro país, BP comercializada gas natural, tiene negocio de recarga de coches eléctricos (incluyendo una alianza con Iberdrola) y a través de Lightsource bp desarrolla la gestión de proyectos de energía solar.